5 COSAS QUE DIJE QUE NUNCA HARÍA CUANDO FUERA MAMÁ QUE SI HICE!
5 Cosas que Dije que Nunca Haría Cuando Fuera Mamá... y Que Ahora Hago?????
Cuando me convertí en madre, tenía una lista mental de cosas que juré no hacer. Sin embargo, con el tiempo, he descubierto que la maternidad tiene una manera única de desafiar nuestras ideas preconcebidas. Aquí hay cinco cosas que prometí no hacer, pero ahora forman parte de mi vida diaria:
1. Permitir la Tecnología en Exceso
Antes de ser madre, estaba decidida a limitar el tiempo de pantalla de mi hijo. Sin embargo, en esos momentos de agotamiento o necesidad de un descanso, he recurrido a la tecnología más de lo que esperaba. Aunque inicialmente me sentí culpable, aprendí que un poco de tiempo frente a la pantalla no es el fin del mundo y, a veces, incluso puede ser educativo.
2. Rendirme ante las Comidas Rápidas
Solía pensar que siempre cocinaría comidas caseras nutritivas para mi familia. Pero la realidad de la maternidad ajetreada me hizo reconsiderar. Hay días en los que las comidas rápidas son mi salvación, y he aprendido a no juzgarme por ello. A veces, la comida rápida significa más tiempo para estar con mi familia, y eso es lo que realmente importa.
3. Ser una "Madre Helicóptero"
Siempre me prometí a mí misma que no sería una madre sobreprotectora. Sin embargo, me di cuenta de que es natural preocuparse por la seguridad y el bienestar de mi hijo. Aunque trato de darle espacio para explorar y aprender por sí mismo, admito que todavía me encuentro monitoreando de cerca algunas situaciones.
4. Dejar de Priorizarme a Mí Misma
Antes de ser madre, pensé que siempre tendría tiempo para mí misma. Pero entre cambiar pañales, preparar comidas y ocuparme de las tareas del hogar, a veces me olvido de mí misma. Sin embargo, he aprendido que cuidar de mí misma es fundamental para ser una buena madre. Ahora intento tomarme pequeños momentos para mí, aunque sean breves, para recargar energías.
5. Juzgar a otras Madres
Antes de tener hijos, a veces me encontraba juzgando las decisiones de otras madres. Prometí que nunca sería así. Sin embargo, la maternidad me ha enseñado compasión y empatía. Ahora entiendo que cada familia es única y que todas hacemos lo mejor que podemos con las circunstancias que enfrentamos.
La maternidad es un viaje lleno de sorpresas y lecciones aprendidas. Aunque haya cosas que dije que nunca haría, he aprendido a abrazar la imperfección y a aceptar que cada día es una nueva oportunidad para crecer y aprender.
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